LA CRÓNICA

Partido "especial" el de esta jornada de liga que enfrentaba en el campo número 6 de la ciudad deportiva de Elche al equipo local el Intangco contra el equipo de Albatera. Un partido que venía precedido por los incidentes ocurridos en el partido de la primera vuelta en casa del Albatera, donde el Intangco a parte de sufrir una dolorosa a la vez que injusta derrota tuvo que sufrir la educación de la grada de Albatera, un arbitraje penoso y casero y algún que otro impresentable del equipo de este pueblo. Pero esta semana era diferente ya que este equipo ya no se podía escudar en el ambiente de su pueblo, visitaba un campo complicado y la cosa no iba a ser igual. Y parece ser que los de Albatera sabían que no iba a ser igual porque se presentaron con un equipo bastante diferente al del primer partido. Si en el primero los jugadores de 2º año y fisicamente corpulentos fuertes y grandes ya eran más de la mitad del equipo, esta vez se apresuraron para que el 11 que presentó en Elche fuera completamente así.
Pero el equipo local ni por estar por debajo en la clasificación, ni por ser de 1º año, ni por ser menos fuertes, menos altos y menos corpulentos se iba a achantar, porque para ellos era un partido especial, era la revancha. 
Y tan solo con 10 segundos de partido ya se vió la clase de partido que era para el Intangco que salió más fuerte que nunca, sin complejos y con la única ambición de ganar el partido. La presión era intensa, el esfuerzo era máximo, la concentración y las ganas estaban por las nubes y los ilicitanos acechaban a los de Albatera y tenían ocasiones de gol. El Albatera con algún error puntual del Intangco tuvo tambien alguna ocasión aislada de gol, pero muy poco peligro daba la intensidad defensiva y de juego en general del Intangco. Y así llegamos al minuto 25 de juego, momento en el que el lateral Moya deslizándose por el suelo roba un balón y en el contragolpe rápido Pitu introducia el balón en las redes visitantes y ponía el 1-0 en el marcador haciendo justicia al despliegue de emociones y de fútbol de los ilicitanos.
En los minutos siguientes el partido transcurría más o menos por los mismos cauces sin peligro en ninguna portería y con un Intangco controlando el partido a su favor, pero en el minuto 35 una falta lejana y escorada a la izquierda de la portería del Intangco, el equipo visitante empataba el partido marcando esa falta directa. Y con esa falta directa directa a la autoestima del Intangco que después de dominar y controlar el juego a base de esfuerzo y más esfuerzo veía como en una acción aislada a balón parado rompían la ventaja que tenían en el marcador. Y así se llegó al término de la primera parte.
En la segunda mitad, los ilicitanos salieron como si todo tuviera que empezar otra vez, empezar de 0 otra vez e ir a por ellos nuevamente y durante toda la segunda parte el Intangco dió todo lo que pudo, corrió, luchó, peleó y se entregó pero la suerte le dió la espalda y el fútbol volvió a ser injusto con ellos. En una acción aislada con posible fuera de juego del Albatera maracron el segundo gol visitante que ponía el 1-2 a pesar de las ocasiones tenídas por los locales. Y el partido pasó del 2-1 al 1-2. Pero a pesar de ello los de casa no se rindieron ni tiraron la toalla, los juegadores que salieron al campo siguieron luchando por empatar ese partido y tuvieron alguna que otra ocasión clara de empatar y una muy muy clara pero no pudo ser. El Albatera fisicamente superior se hizo con más control, el Intango a pesar de todo arriesgó más aún en busca del milagro y al final, y quemó hasta la última gota de la poca gasolina que ya le quedaba tras el esfuerzo continuo durante todo el partido. Y nadó y nadó contracorriente hasta que en el descuento en otro claro fuera de juego el equipo visitante marcaba el tercero y definitivo del partido, un 1-3 final, para nada reflectante de lo acontecido, para nada merecido y para nada justo con un Albatera fisicamente más fuerte que tuvo la suerte de cara y un Intangco luchador, sacrificado y entregado que lo dió todo a cambio de ningún punto.